Un gran porcentaje de las intoxicaciones alimentarias en España se producen en nuestros propios hogares por la manipulación incorrecta de los alimentos en las diferentes fases de su elaboración, incluso desde el mismo momento de su compra.
Tenemos el deber y la responsabilidad de informarnos, conocer y poner en práctica unos correctos hábitos de manipulación de los alimentos con el fin de preservar la salubridad de los productos que consumimos, por nuestra salud y la de las personas a las que se los ofrecemos.
Síntomas de intoxicación:
Desde un simple malestar de estómago hasta problemas más graves como diarrea, fiebre, vómitos, calambres abdominales, deshidratación, debilidad generalizada o dolor de cabeza.
Recomendaciones según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan):
– – Consumir alimentos tratados de forma higiénica y asegurarse de que carne y pescado se han mantenido a temperaturas de refrigeración o congelación adecuadas.
– Cocinar bien los alimentos ya que el calor actúa de higienizante y destruye los microorganismos.
– Separar los productos crudos de los cocinados para evitar la posible transmisión de microorganismos mediante la contaminación cruzada.
– Asegurar una correcta higiene personal y una limpieza adecuada en todas las superficies de la cocina.
– Asegurar el acceso a agua potable no solo para beber sino también para preparar recetas.
– No romper la cadena de frío, ya que a temperatura ambiente las bacterias se multiplican.
– Si el alimento fresco está envasado, en el momento de la compra, asegúrate de que su envase permanece íntegro y está identificado con su etiquetado, incluyendo los datos de la empresa elaboradora.
– En el caso de las carnes, fíjate que conserven un color vivo y brillante y que no tengan un exceso de líquido exudado dentro del envase, así como que el color de éste no está apagado o pardo.
– Si vas a guardar alimentos cocinados en refrigeración, guárdalos bien protegidos atemperándolos previamente para no elevar la temperatura de los otros alimentos del frigorífico, y consúmelos como máximo en tres días tras su preparación.
En los países desarrollados como España, los sistemas de prevención y control en la producción, transformación y comercialización de los alimentos garantizan un alto nivel de protección al consumidor, por lo que la aparición de brotes de intoxicaciones alimentarias son poco frecuentes.
Sin embargo, la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) recuerda que una de las características de este tipo de infecciones es que los alimentos contaminados pueden presentar una apariencia normal, ya que tanto su aspecto, como su sabor y olor pueden no alterarse. Por eso en casa o en cualquier establecimiento que manipule o cocine alimentos (bares, restaurantes o empresas) se deben extremar las precauciones y tomar medidas prevención debe ser una norma básica.